Explora la Bala Vibratoria Impermeable de Bragas

Adán, al oír los gemidos de Rosa, fue hacia la habitación y la encontró en medio del éxtasis. Su cuerpo se contorsionaba al ritmo de las vibraciones del juguete. Adán no pudo resistirse y se acercó a ella, besándola profundamente. Rosa apartó el vibrador por un momento y besó apasionadamente a Adán. Luego, lo empujó suavemente hacia abajo, indicándole que se acercara más a su coño. Adán obedeció y comenzó a lamerla con devoción. Rosa gimió de placer y volvió a introducir el vibrador en su interior. Adán comenzó a penetrarla con su lengua mientras Rosa controlaba la velocidad del vibrador. Los gemidos de Rosa se volvieron más fuertes y Adán supo que estaba a punto de llegar al orgasmo. Incremente la velocidad del vibrador una última vez y Rosa gritó de placer. Un chorro de líquido salió de su coño y empapó la cama. Rosa se dejó caer exhausta mientras Adán besaba su cuerpo sudoroso. Habían logrado algo que Rosa había intentado durante mucho tiempo: alcanzar el squirt. Después de descansar un rato, Rosa y Adán se abrazaron y se quedaron dormidos, exhaustos pero felices. Habían compartido un momento de placer intenso y habían fortalecido su relación. Y eso era lo más importante